El último informe anual de la Oficina de la ONU para las Drogas y el Delito, 35 millones de personas en todo el mundo padecen trastornos relacionados con el uso de drogas, mientras que solo 1 de cada 7 personas recibe tratamiento.
Las conclusiones del Informe Mundial sobre las Drogas de este año completan y complican aún más el panorama mundial de los desafíos relacionados con éstas subrayando así la necesidad de ampliar la cooperación internacional para promover respuestas equilibradas e integradas en materia de salud y justicia penal a la oferta y la demanda de drogas.
Del mismo modo, señala que la prevención y el tratamiento siguen siendo insuficientes para atender las necesidades que existen en muchas partes del mundo. Esa es la situación imperante en particular en los establecimientos penitenciarios, donde los reclusos son especialmente vulnerables al consumo de drogas y corren mayor riesgo de contraer el VIH y la hepatitis C.
Este déficit constituye un importante obstáculo para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cumplir el compromiso de la comunidad internacional de no dejar a nadie atrás.
Una investigación con datos más precisos ha revelado que las consecuencias adversas para la salud del uso de drogas son más graves y generalizadas de lo que se pensaba.
En concreto, el informe estima que la cantidad de personas que consumen opioides es de 53 millones, un 56% más que las estimaciones anteriores.
Cabe destacar que estas drogas fueron responsables de dos tercios de las 585,000 muertes a causa del consumo de drogas en 2017.